Monday, August 31, 2009

No me pidas que te bese porque te besaré

Bueno, no es la mejor película que he visto. Tu vida en 65 minutos fue la mejor película que he podido ver en mi vida, tal vez por el contexto, por el estado de ánimo que generó en mi o bien por el estado de ánimo con el que ya llegué a la sala de cine. Desde entonces Albert Espinosa se convirtió en uno de mis idolos a la hora de escribir cine. Sin embargo, y tengo que decirlo, las dos últimas obras que he visto de Espinosa me han dejado algo que desear.
Quiero decir, primero leí el mundo amarillo, que me pareció muy cercano. Un libro muy cercano, muy sencillo que al mismo tiempo transmitía millones de cosas directamente. Emocionada por el mundo de Espinosa fui a ver la obra de teatro 4 bailes. Obra escrita, dirgida y protagonizada por él y su compañía.
El guión, una vez más, era espectacular. Pero el no era el mejor protagonista para su historia. Y eso hay que saberlo ver. Quiero decir, aunque Espinosa es genial en la escritura de guión, ya sea de teatro o bien de cine, hay que reconocer que lo suyo no es actuar. No creo que Albert sea Actor de profesión.
Los que conocen su pasado también pensaran que lo de ser guionista no entraba en el pack de ingeniero con el que se graduó. Estamos de acuerdo. Hay cosas que uno se hace, hay cosas de las que se nace, y hay cosas para que algunos nunca servirán. Él se hizo ingeniero, nació siendo escritor, pero no creo que lo suyo sea ser actor.
Lo mismo me ha pasado con No me pidas que te bese porque te besaré. La película es graciosa, entretenida, tierna, pero nunca diría que me hace sentir tanto (ni bien ni mal) como lo consiguió Tu vida en 65 minutos.
En tu vida en 65 minutos pasaba del llanto a la risa en un microsegundo. Aquí, bueno, me reía, y los personajes al final se hicieron entrañables pero... le faltaba ese algo que, tal vez, si la hubiera protagonizado un actor... no sé. O tal vez sea la dirección. Quizás la peli necesita ser vista desde otro punto de vista. Distanciado de la realidad del guionista...
No lo sé.
De todos modos, aquí estamos una vez más los que criticamos, criticando porque no podemos hacer nada más, porque nuestros guiones se quedaron en el cajón, porque nunca hicimos una obra de teatro, porque en realidad no conseguimos ese punto diferente en medio del todo gris. Así que haya cambiado mi vida o no después de ver lo último de Albert, estoy esperando la siguiente obra. Estoy segura de que, como mínimo, el guión me gustará.