La nueva adaptación cinematográfica de Dan Brown de la mano de Ron Howard. Una solución para un cine de domingo por la tarde, pero mejor no ir un viernes por la noche. Como en los libros de Dan Brown, a la película le cuesta arrancar. Los 30 primeros minutos fueron eternos. Sin embargo, hay que decir que el film hace un giro interesante a partir del minuto 35.
Uno se para a pensar si no habría valido la pena empezar ya en esos 35 minutos, puesto que la película dura 2 horas y media, y el director se podría haber ahorrado la media. Los actores, bien. Algunos o todos los personajes son un poco previsibles. A Robert Langdom ya lo teníamos visto de la previa (aunque posterior en el orden literario, ya que primero se escribió Ángeles y Demonios, y luego, el Codigo Da Vinci). La Doctora Victoria Vetra es algo ambigua, ya que uno no sabe si va a ser buena o mala, y al final, hubiera preferido que fuera lo contrario. El personaje de Stellan Skasgârd, el comandante Richter, cumple con su función. El mejor para mi, Ewan MacGregor en su papel de Camarlengo, aunque previsible, ya es lo que uno espera de él, si quiere que el film sea, al menos, emocionante.
Sé que el proceso en estos casos debería ser el contrario. Pero ahora, sólo me falta leer el libro y ver si la cinta ha sido fidedigna o Ron Howard hizo lo que le dió la gana. Aunque, para que negarlo, la taquilla está asegurada, adaptando un BestSeller y con un cartel con grandes del cine como Tom Hanks y Ewan McGregor.
Sé que el proceso en estos casos debería ser el contrario. Pero ahora, sólo me falta leer el libro y ver si la cinta ha sido fidedigna o Ron Howard hizo lo que le dió la gana. Aunque, para que negarlo, la taquilla está asegurada, adaptando un BestSeller y con un cartel con grandes del cine como Tom Hanks y Ewan McGregor.
